Ascender el Monte Kilimanjaro es una experiencia única – y bastante realizable para una gran parte de nosotros, los “no super estrellas atléticas.” Requiere preparación física y mental, cierto. No es para superhéroes nada más. Pero, subir a la cima de Africa también requiere planificación: qué preparativos hacer, qué traer, cuánto puede pesar el equipaje, etc. ¡La siguiente foto espero comunique visualmente la envergadura de lo que conlleva estar listo para esta aventura!
Si está leyendo este escrito o está explorando un ascenso del Monte Kilimanjaro, o planificando uno, o sólo leyendo para entender más sobre este tipo de aventura. Cualquiera de esos motivos que lo trae aquí (déjenme un comentario al final del escrito y comparta), ¡bienvenidos y espero que encuentre el escrito provechoso! El objetivo principal de este escrito en particular (tengo varios escritos en español y/o en inglés en este blog) es el presentar una lista de los 14 artículos que estimo fueron muy supremamente importantes para mí cuando ascendí Uhuru, la cima del Monte Kilimanjaro tomando la ruta Machame. Cualquier duda, no deje de preguntar que mi objectivo con estos escritos es ayudar a otros a lograr esta meta.
1. Saco (o bolsa) de dormir (”sleeping bag”)
¡Importante: no cualquier saco de dormir! Tiene que ayudar a mantener a uno caliente mientras se duerme. Los mejores y más calurosos sacos de dormir funcionan mejor cuando uno se pone menos ropa para dormir. Parece ilógico pero estos sacos funcionan así porque re-irradian el calor que genera el mismo cuerpo. Mi recomendación para Kilimanjaro es un saco que sea clasificado para cero grados Fahrenheit (-17 Celsio). O, si tiene uno de una clasificación menor, entonces va a hacer falta un forro (“liner”). Una buena razón para NO usar el forro es que en el medio de la noche, cuando las ganas de ir al baño van a ser fuerte, el forro es un obstáculo más en poder llegar al servicio (lean mi escrito del segundo día en la montaña donde explico por qué esto no es tan sencillo como uno pueda pensar…).
En cualquier caso, el estilo de saco que funciona mejor es el que tiene forma de “momia” ya que limita la cantidad de aire dentro del saco que tiene que ser mantenido caliente. Un saco rectangular guarda más aire por lo tanto es menos efectivo.
2. Toallitas húmedas (“wipies”)
Estas toallitas son el gran “resuelve” para muchas cosas… Si uno necesita ir al baño durante la caminata, estas toallitas ayudan con el proceso de saneamiento… Igual, cuando se llega al campamento después de la caminata del día, estas toallitas son muy útiles en la privacidad de la caseta de campaña para hacer un poquito de aseo ya que no hay posibilidad de bañarse o ducharse esos días. Pero no lleven miles. Hagan un cálculo de cuántas usarían para las actividades mencionadas. Entonces añadan algunas extras por si se necesita para alguna emergencia (derraman líquido dentro de la caseta de campaña, etc.). Y luego, añadan algunas más por si acaso. Pero miles no porque pesan y hay restricciones sobre cuánto peso pueden llevar los porteros (los pesan al entrar a la montaña) y uno mismo tiene que minimizar el peso en la mochila que uno carga lo más posible.
3. Botella “nocturna”
No me refiero para agua. Aunque también necesitan esa de todas maneras y que pueda sobrevivir congelamiento la noche final cuando la temperatura es muy baja. Pero volviendo a la botella nocturna. Me refiero a la posibilidad de ahorrarse un viaje al servicio en el medio de la noche teniendo una botella de cuello ancho y BIEN marcada. Ojo, que no sea muy pequeña porque en una noche, dado que uno tiene que tomar mucha agua todo el día para mantenerse hidratado y también un diurético que ayuda a evitar los efectos de la altura, uno produce una gran cantidad de orina. La botella se vacía en el servicio, se cierra bien, y se guarda para la próxima noche. Para las mujeres, existen unos embudos que dirigen el líquido hacia la botella pero es una cosa más para maniobrar en el pequeño espacio de una caseta de campaña compartida… De nuevo, los refiero al escrito del segundo día para que vean por qué poder aliviarse dentro de la caseta puede ser la manera preferida en el medio de la noche – ¡lo fue para mí!
4. Lámpara “manos libre”
Este tipo de lámpara que uno se coloca alrededor de la cabeza va a ser supremamente importante no sólo si se va al servicio en el medio de la noche o se camina por el campamento de noche pero especialmente crítica la noche del ascenso. Y con esta lámpara y su uso por horas la noche del ascenso, hay que traer bastantes baterías, recordando que las baterías duran menos en altura (no sé por qué, ahora que lo pienso…). También quizás un bombillo o dos de repuesto (yo no lo necesité pero basta que uno no lo traiga…).
5. Análgesicos anti-inflamatorios
Aunque mi preferencia es evitar el uso de medicinas en general, esta preferencia queda suspendida cuando estoy intentando escalar una montaña de 19,340 pies de altura. Habiendo sufrido de problemas con mis rodillas años antes, no estaba seguro como éstas reaccionarían a varios días corridos de horas subiendo y bajando. En verdad, solamente me hizo falta el medicamento durante el descenso, entre el campamento base y el campamento donde pasaríamos nuestra última noche en la montaña. El sendero era extremadamente rocoso y el constante poner todo mi peso a cada medio paso en cada una de las rodillas por sí sola (bueno, y con el bastón) bajando estas piedras nada pequeñas puso en peligro el bienestar de mis rodillas. Por prevención esas últimas cuatro horas tomé un par de Advil (medicina con ibuprofen, un anti-inflamatorio) cada hora para prevenir mayores dolores. Háblenlo primero con su doctor por si acaso pero el mío me dijo que podía hacer esto. Aunque tuve un poco de dolor, no fue nada grande y todo me resultó bien.
6. Pastillas para dormir
No me gusta depender de medicinas como mencioné antes y ciertamente no sabía si estas medicinas para dormir serían peligrosas en altura. La tenía a manos (en mi caso, Ambien) más por los vuelos largos y los primeros días después de llegar a Africa pero no las había consumido. Nuestro guía principal nos sugirió que si las teníamos, que tomáramos media pastilla para poder quedar dormidos más rápidamente y que maximizáramos las horas de dormir. Con el cansancio que tendríamos al final de cada día era posible que fuera tanto que no pudiéramos quedarnos dormidos tan rápido como uno pensara. Le hice caso y todo resultó bien y ¡dormí fabulosamente!
7. Bastones (“trekking or hiking poles”)
Esta aventura va proceder muchísimo mejor con, no uno, pero DOS bastones. Los bastones sirven varias funciones. En las bajadas, apoyarse en estos alivia la presión en las rodillas porque distribuye el peso no sólo en una pierna pero en la pierna y el bastón. En las subidas, cuando hay que lidiar con rocas, los bastones ayudan a uno impulsarse para dar el paso; pareciera un poco ridículo si uno estuviera en una caminata de un día pero cuando se está intentando subir una montaña de la altura de Kilimanjaro, sobre varios días, esta ayudita del bastón puede ser la diferencia… Como ven, creo grandemente en estas herramientas. Recomiendo, además, bastones con amortiguadores. Los amortiguadores verdaderamente hacen una diferencia notable.
Es importante que la empuñadura sea cómoda porque vas a usar estos bastones muchas horas por 6 días. Las hay de varios materiales. Algunos materiales hacen las manos sudar más que otros. Yo opté por unos en los que la parte de arriba era de un material diferente que la parte debajo de esa parte superior. Imagine que conduce un automóvil de cambios (o estándar). La parte de arriba (donde se apoya la mano) sería de un material y la parte de abajo (que uno no toca cuando conduce un auto pero en un bastón sí usaría) de otro. La variedad en material ayuda porque uno agarra el bastón de maneras diferentes, uno quiere cambiar la posición de la mano y la muñeca durante el día. Recomiendo probar los bastones en persona en una tienda especializada. Como yo hago senderismo todo el tiempo (¡de menos dificultad que Kilimanjaro!), para mí hizo sentido invertir en unos buenos bastones.
Finalmente, los bastones mayormente son ajustables en su altura. Esto es importante ya que para la subida no tienen que ser tan largas como cuando uno baja. Poder ajustarlos es bueno porque uno puede mantener el uso de la empuñadura ajustando el largo del bastón.
Bueno, hay bastones de todo tipo y precio así lo mejor es estudiar el tema y escoger lo que mejor le cuadre a uno. Pero estos bastones van a ser importantes aliados para llegar a la cima.
8. Cinta de embalar (“duct tape”)
Cinta de embalar, la que entiendo que se puede ser conocida también como cinta gáfer, es quizás el artículo más curioso de esta lista. ¿Por qué? ¡Porque en verdad uno no sabe en qué maneras lo va a necesitar! ¿Se abre un hueco en la mochila? Usa esta cinta. ¿Siente que te puede empezar a salir una ampolla en el pie? Usa esta cinta. Etc.
En vez de llevar el rollo monstruoso que ocupa espacio en el equipaje y pesa, yo enrollo una buena cantidad alrededor de cada bastón y así siempre lo tengo accesible.
9. Una buena cámara
Bueno, este debe ser obvio, uno no sube esta montaña sin llevarse unas fotitos del evento. Pero claro, la cámara depende de qué tipo de fotógrafo estamos hablando. Un fotógrafo más serio querrá la cámara más sofisticada pero estas pesan… Y mientras más peso se lleva, bueno, mayor la dificultad. Yo opté por no traer mi cámara SLR con sus tremendos lentes. Opté por invertir en una cámara de bolsillo bastante buena ya que la de mi móvil no era tan buena. Además quería tener redundancia por si el móvil se me perdía o la batería se me acababa. Finalmente, podía llevar varias baterías pre-cargadas para esta camarita. Hoy día ya las cámaras de los móviles son tan buenas que entre eso, y un cargador de batería portable pudieran ser suficiente pero uno entonces tendría que llevar varios de estos cargadores ya que no hay dónde re-cargar estos cargadores… Ya quizás hoy los cargadores portátiles con baterías solares son suficientemente buenos para utilizarlos pero… yo no me arriesgaría con una sola solución en el tema de cámaras…
10. Toalla de secado rápido
A pesar de que uno no se va a poder duchar o bañar una vez en la montaña, uno sí se va a poder asearse hasta cierto punto en la montaña y una toalla sería necesaria. Lo más obvio es que uno se va a lavar los dientes ya que uno tiene agua limpia para hacerlo al esterilizar el agua. Además, cuando uno llega al campamento, los porteros que cargan el equipaje y equipo de campamento traen agua caliente a cada caseta de campaña para uno poder lavarse la cara y quizás las manos, brazos y pies; toallitas húmedas van a ser la manera principal de uno lavarse pero con esta agua caliente hay posibilidad de por lo menos refrescar la cara. Por ende, la necesidad de una toalla. Pero, en la mañana, no va a dar tiempo que se seque la toalla entre el lavado de dientes y tener que empacar la toalla. Por lo tanto, una toalla que se seque rápido es vital.
11. Colchoncito inflable
El saco de dormir no va a ser suficientemente relleno para cubrir lo pedregoso que es el suelo en los campamentos, después de todo, uno no va a un terreno baldío o semi-preparado para la comodidad de los visitantes. Uno va a una montaña y el suelo no es un colchoncito. Por lo tanto, un colchoncito inflable va a ayudar a poder dormir no comodamente por el lujo de dormir bien, pero suficientemente cómodo para PODER dormir. El colchoncito solamente tiene que ser del tamaño del saco de dormir (la caseta típica que acomoda a dos personas no va a tener espacio para más). Para inflar, se puede llevar una bombda operada con baterías pero ambas cosas añaden al equipaje y al peso… Yo opté por hacerlo a pulmón cada día cuando llegaba al campamento. Lo pude hacer todos los días aún los días en altura con menos oxígeno; yo asumo que quizás eso me ayudó a ejercitar los pulmones a esas alturas. En las mañanas una de mis tareas más odiadas era desinflar el colchoncito y enrollarlo… Pero, de que es necesario, es necesario.
12. Libreta pequeña
A mí me gusta (no sólo porque escribo un blog como este) tomar notas cuando viajo para poder recordarme luego de detalles como dónde cené, cuánto tiempo tomó llegar de un lugar a otro, etc. Hay a quien le gusta anotar reflexiones a media que transcurre un viaje. Cualquiera que sea tu estilo, tener una libretita a mano para tomar notas o escribir un poco más es una buena idea. A mí se me hubiera completamente olvidado cuánto tiempo caminé cada día, etc. si no tomara estas notas. Luego me ayuda a recordar mi viaje y mi experiencia. La llevaba en una bolsita plástica en mi mochila al igual que mi cámara – uno nunca sabe cuándo puede comenzar a llover (aunque también llevábamos algo para cubrir las mochilas si empezaba a llover, en una ocasión no cerré bien una botella de agua que llevaba dentro de la mochila y se mojaron algunos de los contenidos…).
13. Método para purificación de agua
Este posiblemente es el artículo más importante para no acabar con tremendo problema en el sistema digestivo durante el viaje y arriesgar la subida. Los porteros cargan agua y recogen agua en el trayecto pero esta agua tiene que ser tratada para hacerla no peligrosa. Es imposible que los porteros hiervan toda esta agua, además de cocinar, con el combustible que pueden cargar y el tiempo que tomaría ya que mientras menos oxígeno, más tiempo toma hervir el agua. Por lo tanto, le resta a uno resolver la purificación de agua. Hay varios métodos disponibles que en verdad no son tan pesados de hacer. Hay tabletas de iodo que requieren preparar el agua con anticipación para que tengan tiempo a hacer efecto. Entiendo que estas tabletas además dejan un saborcito raro por lo tanto es buena idea añadir algún sabor al agua para cubrir este saborcito de las tabletas. Otro método que es más sencillo, rápido y sin saborcitos es usar una pluma que usa luz ultravioleta para neutralizar cualquier bacteria que pudiera tener el agua. La más conocida en mi mundo se llama Steripen. Esteriliza la bacteria (no la mata) para que no se pueda reproducir; aunque haya bacteria en el agua, no puede reproducirse dentro del cuerpo humano y uno no se enferma. Estas plumas Steripen usan baterías para generar luz ultravioleta. Uno la inserta en la botella de agua (ojo: de cuello ancho), la enciende y una lucecita avisa cuando ha terminado de esterilizar el agua. Una vez completado el proceso el agua está inmediatamente lista para ingerirse. Se debe leer bien las instrucciones para que saber cómo mejor usarla (por ejemplo, hay que mover la pluma para asegurar que llegue a todas partes de la botella). Lo más importante es llevar suficientes baterías ya que las baterías duran menos en altura y la botella se usa por lo menos de dos a cuatro veces al día y todo dependiendo de cuántas botellas se esterilizan (otra gente en el grupo quizás no traen lo correcto o se les acaba sus baterías y es difícil uno decirles que no pueden usar la de uno). ¡¡Es mejor precaver que tener que lamentar!!
14. Pero lo más importante…
Espero que hasta ahora la lista compartida haya contribuido positivamente a planificar el ascenso de Kilimanjaro. Cualquier duda, nuevamente, contesto cualquier pregunta o comparto algún otro detalle que se me pueda haber pasado. Estos han sido los ítems más importantes para mí aparte de la ropa para esta aventura. Pero el ítem más especial para mí en mi mochila fue una foto de mi familia…
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Para leer cómo fue el ascenso desde el comienzo hasta el fin, pinchar aquí para empezar por el día uno en la ruta Machame.
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